Con la llegada del invierno tendemos a pasar más tiempo en casa y así resguardarnos del intenso frío y las abundantes lluvias que son comunes en estas fechas. Pero, ¿qué sucede si no podemos encender la calefacción ni el aire acondicionado? No sucede absolutamente nada. A continuación te mostramos siete sencillos trucos que te permitirán mantener las habitaciones de tu vivienda calientes. ¡Disfruta del invierno en el calor del hogar!
En palabras del presidente del Colegio Profesional de Ambientólogos de Andalucía, además de ser un reconocido experto en energías renovables, señala que ‘la vivienda por sí misma no produce calor. En cambio, los electrodomésticos que utilizamos diariamente sí. Este hecho es aprovechable‘.
1. Ventila la casa, pero no demasiado
La clave para calentar la casa sin necesidad de aparatos es, como no podría ser de otra manera, la energía solar. Intenta que el calor que proviene del exterior se guarde dentro y no salga. Para ello, ventila tu casa durante cinco minutos durante las horas más cálidas del día.
2. En la división está el éxito
Cuanto mayor sea la zona que queramos calentar, más difícil va a resultar conseguir la temperatura deseada. Por ello, cierra aquellas habitaciones en las que no te encuentres, creando así una pequeña zona más factible de calentar en el lugar que te encuentres.
3. Tu amigo es el sol
Lo más deseable sería que en las horas en las que el sol incida sobre la casa, se cierren todos los huecos y que no haya ningún obstáculo (persianas o cortinas) que pueda impedir la entrada de la luz al interior.
En estas horas, evita abrir las ventanas y así el calor se mantendrá dentro. Una vez que el sol se ponga, realiza el proceso a la inversa: cierra persianas y cortinas con el objetivo de que se mantenga el calor dentro gracias a la radiación infrarroja.
4. Tu aliado se encuentra en la cinta adhesiva
En cualquier ferretería podrás encontrar una económica cinta adhesiva que te ayudará a mantener caliente tu casa.
Tapa todas aquellas fisuras que encuentres en ventanas, puertas o rendijas, y así evitarás la entrada y salida de aire de las zonas calientes a las frías y viceversa.
5. La elección de los árboles es importante
Como decíamos anteriormente, asegúrate de que ningún árbol impida que por la ventana entren los rayos del sol. Si la vegetación es de hoja perenne, como puede ser un pino, debes podarlo para evitar el citado bloqueo de la luz.
Según los expertos, aquellos árboles de hoja caduca como el almendro o la parra son los más interesantes, ya que en invierno no impiden la entrada de la luz y en verano refresca bajo su sombra.
6. ¿Y qué sucede con los colores?
Seguro que en muchas ocasiones has notado que tienes más calor cuando vistes colores oscuros que claros. Esto tiene su explicación: el color oscuro tiene la capacidad para absorber más calor, como así se demostró en un estudio de la Universidad de Sao Paulo.
Según esta investigación, el negro capta hasta el 98% del calor que recibe, mientras que otros colores como el verde o el blanco obtienen una cifra mucho menor. Este hecho se puede aplicar, sin ninguna duda, a los hogares. Siguiendo esta regla, hazte con un sillón o sofá oscuro para los meses de invierno y notarás como, sentado en ellos, estás mucho más caliente.
7. Las alfombras siempre fueron mágicas
El suelo es el elemento que más pérdida de calor presenta. Durante los meses de invierno se encuentra en temperaturas que rondan los 10 o 12 grados, mientras que en verano puede ascender hasta los 18. Los expertos recomiendan utilizar alfombras que actuarán, en cierta manera, como aislantes y conservarán las temperaturas altas.
Todos estos trucos caseros sirven para calentar la vivienda sin necesidad de utilizar un aire o un calefactor. Sin embargo, en la actualidad han salido al mercado interesantes aparatos de aire acondicionado que presentan una categoría de eficiencia energética correcta, por lo que son una alternativa más que viable. Además, este tipo de aparatos se erigen sobre los calefactores ya que son válidos tanto para el invierno como para el verano.
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