Cuando se aproxima el invierno, llega el momento de pensar en la mejor manera de mantener la casa o la oficina debidamente caldeadas. Para ello el mercado ofrece diferentes alternativas, siendo las más comunes las que se refieren bien a la calefacción general, bien a los equipos acondicionadores de aire, ya que también estos últimos, gracias a sus dispositivos de bomba de calor, pueden ser utilizados durante el invierno para proporcionar calefacción.
Son en este sentido numerosas las ventajas que el aire acondicionado presenta frente a la calefacción general.
Para empezar, su relación coste-beneficio es bastante mejor que la de cualquier otro sistema de calefacción, lo que se traduce en un mayor ahorro energético. Esto se debe a que el consumo de energía de estos aparatos resulta más eficiente, precisando de menos tiempo para caldear cualquier estancia. Disponen, además, de reguladores con los que medir y ajustar la temperatura ambiente, con lo que se evitan derroches innecesarios.
Otra importante ventaja de estos equipos de aire es que, gracias al temporizador de que disponen, resulta posible calentar la habitación de que se trate incluso antes de su utilización, de tal forma que al levantarse o acceder a ella, esta se encuentre ya plenamente caldeada. Esta programación previa resulta muy útil tanto en términos de confort como de reducción del consumo eléctrico, ya que la zona se va calentando progresivamente, disminuyendo de este modo el coste que supone caldear una habitación de manera rápida. Por otro lado, al poderse programar durante la noche, se pueden también aprovechar las tarifas eléctricas más económicas que acostumbran a ofrecerse para las franjas nocturnas.
La mayoría de los acondicionadores de aire ofrecen también la posibilidad de controlar la humedad del ambiente, evitando que esta se reduzca en exceso, lo cual resulta de gran utilidad en lugares especialmente secos o en ciudades de excesiva contaminación, como pueda ser Madrid. Esta posibilidad es, desde luego, muy beneficiosa para la salud, contribuyendo a aumentar la sensación de bienestar.
Los nuevos equipos suelen, además, llevar incorporados filtros antialérgicos y sistemas de purificación del aire, lo que les permite eliminar las microscópicas partículas nocivas que se encuentren suspendidas en el aire, así como neutralizar los malos olores, dando lugar a una atmósfera más limpia y saludable.
Otro beneficio de estos sistemas de climatización es que son reversibles, de manera que pueden utilizarse como calefacción en invierno y como sistema de refrigeración en verano, garantizando de este modo una temperatura adecuada a lo largo de todo el año. Lo único que hay que hacer es determinar con el termostato la temperatura que se desee en cada momento, sin necesidad de reinstalar el aparato.
Por otro lado, estos equipos generan menos emisiones directas de anhídrido carbónico (CO2) que las de los sistemas de calefacción tradicionales, lo que hace que su impacto en el medio ambiente resulte menos nocivo.
En todo caso, resulta fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado de los equipos para que su rendimiento resulte óptimo. A estos efectos, es recomendable realizar cuando menos una revisión anual de las unidades externas e internas de los sistemas de climatización, para garantizar de este modo un funcionamiento eficaz en todo momento.
De igual forma, es necesario limpiar al menos una vez cada dos o tres meses las salidas de aire y los filtros, al objeto de que no estén sucios ni obstruidos, puesto que esto afecta de manera directa al funcionamiento de los aparatos. Esta limpieza es muy sencilla, basta aspirar el polvo de los filtros o limpiarlos con agua y jabón neutro, dejándolos secar antes de volver a colocarlos.
Para sacar el máximo partido de estos equipos resulta asimismo muy recomendable crear entornos lo más herméticos posible, ya sea en el hogar o en la oficina, aislados tanto del exterior como de otras estancias del edificio en cuestión. El uso de dobles ventanas, por ejemplo, es muy eficaz para que el frío no entre ni salga el calor, lo que incrementará el rendimiento del equipo.
En definitiva, la adquisición de sistemas de aire acondicionado con función de calor y frío es siempre una decisión acertada, aunando en un solo equipo la solución perfecta para el hogar o la oficina durante todo el año.
