¿Qué tipo de instalación necesito para climatizar mi hogar u oficina?

Seguro que si has llegado hasta aquí es porque en algún momento te has preguntado cuál es el sistema idóneo para climatizar tu vivienda o tu oficina. A la hora de llevar a cabo una climatización de estas características uno de los dispositivos de aire acondicionado más relevantes es el denominado sistema de climatización centralizado.

Se trata de un aparato, coloquialmente llamado aire por conductos, que se encarga de refrigerar y aportar calor en espacios de todo tipo, proporcionando así el entorno idóneo a través de una sola unidad. Esta doble función es posible obtenerla con buenos resultados gracias a la aplicación de una bomba de calor que revierte el aire.

Este tipo de aire acondicionado integra una estructura central encargada de conducir el aire por medio de un falso techo. En este caso, lo ideal para llegar a los mejores rendimientos es que el aparato cuente con un conjunto de redes que puedan programarse en consonancia con la circulación del aire.

El gran atractivo de los conductos, además de la función que ejercen, es que permanecen absolutamente disimulados una vez que se instalan, por lo que no queda visible ningún tipo de material que rompa con la armonía del hogar.

La Zonificación

La zonificación es otra de las ventajas con que cuenta este modo de climatización. Se trata de un sistema que permite graduar la temperatura y la cantidad de aire en cada una de las habitaciones de manera independiente. Su funcionamiento consiste en incluir un regulador que interactúa con una reja que se cierra cuando se alcanzan los grados programados y que se vuelve a abrir cuando se precisa la renovación del ambiente. Con este método es posible mantener siempre el clima deseado minimizando recursos.

La gestión de cada uno de los reguladores puede hacerse de forma individualizada o controlándolos desde un punto centralizado, lo que permite la posibilidad de dirigir la climatización de cada estancia a partir de un núcleo central.

Armonía estética

Si tu preocupación pasa por conservar el punto estético de tu casa y que en este sentido la instalación de este tipo de aires acondicionados no le afecte, estás de suerte. Su instalación se lleva a cabo en un falso techo, por lo que no es necesario invadir pared alguna con artefactos de grandes dimensiones para que todo funcione correctamente.

La única parte visible que tendrás del aparato en cuestión son las rejillas que conducen el aire, logrando de este modo una discreción absoluta. Aunque si tu pretensión es darle a tu casa un toque más de fábrica y prefieres que los conductos queden a la vista, también es posible, e incluso hay interioristas que apuestan por esta idea aportando diseños para la ocasión.

El único inconveniente que posiblemente le hayas visto a esto es la posibilidad de no contar con un falso techo en el que poder alojar el dispositivo. Si es tu caso, lo recomendable es instalar este modelo de climatización justo en el momento de adquirir la vivienda, aunque siempre puede llevar reformas a cabo.

Inversión

Aunque son algunas las voces que avisan del alto coste que conlleva poner en práctica una instalación de esta modalidad por todo el material que lleva aparejado, lo cierto es que se trata de una inversión a largo plazo. El desembolso inicial acabará convirtiéndose en una amplia reducción del consumo de energía, algo que reducirá considerablemente tu factura de la luz, amortizando de este modo el dinero empleado. Además, hay que tener en cuenta que comprar un dispositivo convencional para cada una de las estancias termina saliendo más caro.

Mantenimiento y limpieza

Mantener un estado óptimo de saneamiento, limpieza e higiene sobre el dispositivo es indispensable para que el sistema de aire mantenga su funcionamiento correcto y para que la vivienda no se vea invadida por agentes nocivos para la salud. Para ello, el mercado pone a tu disposición avanzados artilugios para limpiar en profundidad los conductos y las rejas implicadas: aspiradores, cepillos especiales o inyectores de aire a presión. Como ves, resulta sencillo mantenerlo todo en orden.

Eficiencia energética

Finalmente, otro aspecto que debes tener en cuenta es mantener el nivel de eficiencia energética de estos productos. Para lograrlo, resulta inevitable hacer que los conductos permanezcan aislados en todo momento, eludiendo de esta manera fugas de energía para sostener el ahorro en todos los sentidos. Estos sistemas de aire están obligados a incorporar un etiquetado en el que figuren los ratios ideales para que se produzca un consumo responsable.

Si todavía no lo tienes claro, puedes pasarte por nuestras instalaciones en Madrid o escribirnos/llamarnos para encontrar una asesoría profesional en estos temas, tanto si eres un particular como una empresa de reformas.