La climatización en países de cuatro estaciones -como España- más que un gusto es una necesidad. Esta es una afirmación que se aplica a todos los espacios, incluidas oficinas, locales comerciales y por supuesto, el hogar, en especial en los meses de invierno y verano.
Sin embargo, aunque equipos como los aires acondicionados proveen enormes ventajas ante los inclementes cambios estacionales, podrían generar costes innecesarios en la factura de electricidad si no son usados adecuadamente.
Llegó el invierno
Ha llegado el invierno, y con él, el frío inclemente. Es normal que en situaciones como estas quieras buscar la manera de calentar el ambiente, no solo para evitar incomodidades, sino también los problemas de salud.
A pesar de que muchos prefieren utilizar la calefacción para este fin, existen propuestas más eficientes, especialmente cuando se le miran desde el punto de vista del consumo energético.
Instalar sistemas centralizados de temperatura puede representar un ahorro significativo para los hogares de Madrid en estas fechas, más aún si se adoptan un par de prácticas en el hábito diario. ¡Sigue leyendo y descubre cuáles son!
Pero primero, ¿por qué el aire acondicionado es útil en el invierno?
Popularmente, se asocia estos dispositivos al calor. Pero, esta es una idea que se debe desechar. Los sistemas de climatización modernos son ideales para afrontar diferentes cambios de temperatura, incluyendo las del invierno. Además, consumen menos electricidad que los sistemas de calefacción clásicos y su uso es más seguro y confiable.
Es por eso que la mayoría de las personas en Madrid terminan decidiéndose por incorporar la instalación de splits y multisplits en sus reformas, aparatos que, apartando su funcionalidad, son compatibles con la armonía estética de cualquier habitación.
5 secretos para reducir el consumo en tu factura de luz este invierno
Ahora que sabes sobre la utilidad del aire acondicionado en el invierno, es hora de que descubras cómo puedes mejorar su eficacia ante las bajas temperaturas y, al mismo tiempo, ahorrar unos cuantos euros. Si no tienes un sistema como este, sino una calefacción estándar, ¡no te preocupes! Muchos de los consejos que te daremos se aplican a ambos casos.
#1 Mantén el calor adentro
En materia de ahorro, todo es cuestión de hábitos. En los meses de frío, es recomendable que tengas cerradas las entradas de aire, incluso las rendijas. Puedes hacerlo con aislantes especiales: son económicos y de instalación simple.
Verifica que las ventanas estén bien selladas y cierra las puertas de las habitaciones en las que haya ductos de ventilación u otras filtraciones de aire que no se pueden clausurar. De esta forma, evitarás que se salga el calor producido en el día.
Es aconsejable que aproveches la luz solar y su calor abriendo las persianas y cortinas en días soleados y cerrándolas antes de que caiga la tarde. Haciendo esto podrías ahorrar hasta un 15 % o más en la factura de la electricidad.
#2 Dile ¡sí! a las alfombras
No lo parece, pero el calor tiende a irse a través del suelo y eso hace que los equipos -calefacción, splits y multisplits– tengan que trabajar más para conservar una temperatura apropiada en el hogar.
Esto puede solucionarse poniendo alfombras en el piso, ya sea con una reforma a la habitación o tan solo desempolvando algunas en la época de invierno.
#3 Ajusta la temperatura
Para tener una temperatura agradable en las estancias, puedes decidirte por ajustar el termostato manualmente durante los días de frío. Esta simple práctica te ayudará en el ahorro energético, beneficiando tu bolsillo.
#4 Aprovecha tu sistema de climatización al máximo
Date un tiempo para conocer todas las características de tu aparato. Por ejemplo, en vez de apagarlo y encenderlo constantemente, puedes optar por programarlo para que mantenga una temperatura cómoda en cada habitación.
Un ajuste que oscile entre los 17 y 22 grados centígrados será más que suficiente. Así, te ahorrarás la tarea de bajarla y subirla en el transcurso del día, algo que -de seguro- impactará positivamente en tu presupuesto.
#5 Revisa el consumo eléctrico de tu dispositivo
En la actualidad, se comercializan dispositivos que reducen el consumo eléctrico y están diseñados para un trabajo eficiente, lo que hace que sean respetuosos con el entorno y tu economía. Podrás distinguirlos porque están identificados con el color verde.
Si tu sistema de climatización no tiene un consumo reducido (como clase A o B), puedes pensar en cambiarlo por otro más adelante. Recuerda que, si necesitas asesoría en tu compra e instalación, estamos aquí para ayudarte.
¡Bonus! No te olvides del mantenimiento
Un buen mantenimiento no solo ayuda a que los equipos funcionen como es debido: también alarga su vida útil.
Haz que tu inversión cuente revisando el filtro del aire y reemplazándolo por otro cuando sea necesario. Una vez al año, puedes decidirte por llamar al servicio técnico para que le eche un vistazo al sistema y así prevengas futuros inconvenientes.
